La fibromialgia y el síndrome de fatiga
provocan que el cerebro «acabe desequilibrado »
«El dolor sirve como señal de alarma y cuando se hace crónico
pierde esa capacidad de señalar que algo no va bien». Pedro Montoya,
catedrático de Psicología Biológica de la Universidad de Islas Baleares,
advirtió ayer a los enfermos de fibromialgia y síndrome de fatiga crónica que
acudieron a un ciclo de conferencias organizado por la Liga Reumática de
Asturias, que sus dolencias, además de modificar sus hábitos de vida, cambian
también su cerebro. Apuntó que este órgano cambia constantemente en función de
las señales que recibe, pero que tras las constantes transformaciones que le
obliga a realizar el dolor crónico «acaba desequilibrado».
Esto produce algunos inconvenientes derivados, aseguró el
científico, como una marcha más lenta y pérdida de equilibrio. «Si le pides a
un enfermo de fibromialgia que cierre los ojos, le cuesta mantener la posición
y se inclina hacia delante y hacia atrás», explicó. Para tratar de evitar la
aparición de este tipo de impedimentos, Montoya recomendó recurrir al uso de
medicamentos para mantener a raya el dolor. Avanzó también que, junto con el
resto de su equipo, está desarrollando métodos para medir el dolor que sirvan
«como herramienta en el tratamiento clínico».
Edición | www.fibromialgia.nom.es 1 de junio del 2013
Fuente| Elcomercio.es
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